El hábito hace al monje, y los muebles hacen al alojamiento turístico.
Igual no es una frase de esas para poner en el sobre de azúcar que te ponen con el café; pero no por ello dejamos de tener razón.
El mobiliario define una vivienda turística, ya que puede hacer más agradable, divertida o cómoda una estancia. Por eso mismo, es más que recomendable entrar en valoraciones sobre qué muebles elegir para tu alojamiento turístico.
Obviamente, y de acuerdo a la legislación, una vivienda turística ha de estar totalmente amueblada y para entrar a vivir. Lo mencionamos… por si acaso. ¿Pero qué muebles escoger para completar tu vivienda turística?
Los 5 consejos fundamentales para elegir muebles para tu vivienda vacacional
1. Piensa en la función de los muebles
La experiencia del huésped no se puede arruinar por unos muebles que se caen a pedazos, tienen desconchones o no funcionan bien.
Tampoco, por un piso que más que una vivienda parezca un trastero. Es más que habitual que propietarios independientes tengan su piso de Airbnb amueblado con lo que le sobraba y encontró por ahí.
Si tú de verdad quieres obtener la máxima rentabilidad por tu alojamiento, no cometas ese error. Ten solo lo necesario, pero sé abierto de mente.
Apuesta por la funcionalidad y vencerás, piensa en todo aquello que haga la estancia de los huéspedes mucho más cómoda. Prescinde si quieres de grandes armarios o cajoneras, ya que en la mayoría de ocasiones, tus huéspedes no las usarán.
2. Adáptate a tu público objetivo
¿Quién supone la mayoría de tus reservas? Seguro que hay un patrón que se repite a menudo.
Gente de negocios, parejas jóvenes, extranjeros mochileros… hay para elegir.
Lo mejor es que adaptes tu alojamiento y su mobiliario a tu público objetivo. El sobrio (y barato) estilo nórdico puede hacer maravillas, por lo que es una opción muy buena.
Para tu alojamiento puedes tener, por ejemplo, una cuna (si suelen visitarte familias con bebés) o un lugar para el perro, en caso de que hayas optado por aceptar mascotas en tu alojamiento turístico.
3. Piensa en las fotos
Un piso vale lo que valen sus fotos (otra frase para el sobre de azúcar).
Principalmente, el contenido de las imágenes de tu vivienda de Airbnb o Booking.com es el decisor de la reserva o no del alojamiento.
De hecho, muchos huéspedes buscan que el alojamiento sea válido para compartirlo con sus seguidores de Instagram.
Por eso mismo, intenta que tu alojamiento turístico quede de lo más chulo y con un diseño de interiores bien pensado.
Aunque tu objetivo sea la funcionalidad, no descartes dedicar un detalle que quede genial (un espacio de lectura, un pequeño jardín vertical en el patio… ¡lo que se te ocurra!)
4. El precio, acorde con tu alojamiento
Si quieres cobrar 300 € por noche, tu alojamiento tiene que merecerlo. Y también al contrario.
Por eso mismo, has de adaptar la inversión que suponga el mobiliario con los beneficios que creas te van a reportar por tu vivienda.
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Así pues, nosotros te recomendamos que te acojas a la financiación al 0% que suelen tener muchas tiendas de muebles de forma ocasional.
Con esto, no tendrás que pagar un dineral de golpe y los muebles se amortizarán por sí solos.
5. Da personalidad a tu alojamiento, pero no tu personalidad
Aunque creas que el dálmata de escayola o las katanas colgadas en el salón son la leche, igual no todos opinan igual.
El objetivo de un alojamiento turístico no es que te guste a ti, sino a tus huéspedes. Por eso mismo, lo más importante (y tal vez lo más difícil) de la disposición del mobiliario es crear un ambiente que les guste a todos.
Con esto, diseñarás un espacio despersonalizado y acogedor para el 99% de las personas.
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