Para atraer huéspedes a tu alquiler vacacional, dependerá de lo bien que quede en las fotografías.
Las buenas opiniones, sin embargo, las conseguirás de la calidad de la experiencia del cliente. Si el apartamento es estético, pero no es confortable, no les gustará.
Hay diferentes elementos que hacen que uno no esté cómodo en un lugar. Conocerlos te dará la clave, para saber cómo no amueblar tu alojamiento turístico. Y prestar atención a los detalles que no pueden faltar, añadiendo el toque de personalidad que tanto gusta.
¿Cómo no hay que amueblar tu alojamiento turístico?
1. Crear una escenografía sin sentido
Es un error amueblar tu alojamiento vacacional solo pensando en las fotografías. Hay que atraer a los huéspedes, con un alojamiento que sea visualmente atractivo pero teniendo en cuenta en la funcionalidad. De nada servirá que sea bonito si es incómodo.
Los muebles deben ser resistentes y estéticos. También deben ser funcionales y estar distribuidos de forma eficiente. Es decir, no obstaculizando los sitios de paso, para no interrumpir el flujo de movimiento. Crear un ambiente donde poder moverse libremente.
Algo que no se tiene tanto en cuenta es la iluminación, y sin duda produce una sensación muy agradable. Crea diferentes opciones de iluminación, para que usen la que mejor se adapte a cada momento.
Es lógico no meter muebles grandes en habitaciones pequeñas, porque tropezaremos con todo. Pero al contrario, meter muebles pequeños en habitaciones grandes, parecerá que la habitación está vacía. Piensa en las proporciones de cada habitación y adáptate a ellas.
2. No tener en cuenta el tipo de huésped ni sus necesidades
No son las mismas necesidades las de una familia que las de una persona que viaja por negocios. Y son también muy distintas las de las personas que viajan con su mascota. Tienes que pensar qué tipo de huésped recibes más o enfocarte en qué tipo quieres recibir.
Adapta el apartamento a sus necesidades y tu publicidad también debe ir dirigida a ese tipo de público. Si vas a enfocarte en viajeros con mascotas, pon un cojín para los perritos. Si es un hombre de negocios, crea un espacio cómodo donde poder recargar móviles y portátiles.
Hay necesidades generales, que no hay que olvidar. Un lugar para dejar la maleta, espacio para colgar la ropa, un lugar para sus productos en el baño… En definitiva, hacer que el alojamiento vacacional sea funcional, como lo es una primera vivienda o incluso mejor.
3. Añadir demasiada o ninguna personalidad
Ya se sabe que los extremos nunca fueron buenos, el equilibrio está en el medio. Si compras todos los muebles a conjunto, no tendrá personalidad. Tu alojamiento vacacional parecerá una tienda de muebles, y no será acogedora.
Añadir plantas artificiales, decoración muy vista de grandes superficies, cuadros con láminas solo por cubrir paredes… Todo esto acercará más a la sensación de que es un decorado de juguete, funcional e impersonal.
Si te vas al otro extremo y decoras con demasiada personalidad, tampoco funciona. Los huéspedes sentirán que están en casa de otra persona, y no estarán relajados. Así que no añadas postales personales, muchos adornos, ¡ni mezcles demasiados estilos!
El punto medio es concretar un estilo o varios y no salirse de ahí. Elegir muebles de diferentes tiendas, para no parecer un catálogo de muebles. La decoración mejor poca y bien elegida. Un diseño simple, con grandes detalles que marquen la diferencia.
Este tipo de errores, son los que se suelen cometer al amueblar un alquiler vacacional. Si te has identificado en alguno de ellos, haz todo lo posible para cambiarlo. De ello dependerá la clave del éxito de tu negocio y conseguirás diferenciarte de la competencia.
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