Primavera, la mejor época para viajar

Primavera, la mejor época para viajar

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Escapadas, puentes, fines de semana, visitas a capitales, islas y mucho más: perfectos para descubrir durante la primavera. Las flores florecen, los días se alargan y el aroma del verano se hace más intenso. Vuelve esa energía indescriptible, esas ganas de salir de casa, redescubrirse a uno mismo y al mundo. No hay estación más bella, alegre y enérgica que la primavera. Junto con las flores, florecen las ciudades y sus impresionantes paisajes, y ¿qué mejor ocasión que un viaje?

Para poder disfrutar cómodamente de sus viajes, cada vez más personas optan por alquilar un apartamento en vacaciones, que les garantice una estancia segura y cómoda, con la posibilidad de ser completamente libres y autónomos para aprovechar la ciudad.

La primavera es la mejor época para salir a descubrir nuevos destinos: los cielos grises y las temperaturas frías dan paso a días más largos y los cálidos rayos de sol empiezan a filtrarse por las ventanas de nuestras casas, así que nos encontramos encendidos de curiosidad y listos para explorar nuevos destinos. Hacer un pequeño viaje en primavera no sólo permite despejar la mente de los compromisos cotidianos, aunque sólo sea por unos días, sino empezar a esperar con ilusión el dulce pensamiento del cálido verano. Además, es imposible no tener en cuenta el maravilloso clima que nos regala la primavera: ni demasiado frío ni demasiado calor, ¡la mezcla perfecta para una gran aventura!

 

Qué lugares elegir y por qué

La primavera es la mejor época del año para viajar: árboles en flor, días soleados y cielos despejados, sin duda el clima perfecto para disfrutar de cualquier ciudad y descubrir magníficos lugares. Es una época casi mágica en la que la naturaleza comienza a adquirir sus colores más vivos.

Hay muchos lugares que uno suele visitar en verano, como zonas de mar, que gozan de muchos más aspectos positivos en primavera. Por ejemplo, el clima de los lugares más cálidos en primavera es especialmente suave, por lo que se puede disfrutar de un sol y un calor casi veraniegos sin el bochorno y sin el exceso de turismo habitual en los meses de verano.

La ventaja de viajar en primavera también se encuentra en los lugares más fríos, donde sin duda se puede disfrutar de más calor que en invierno.

Ir de vacaciones en primavera es absolutamente fantástico. No sólo por el buen tiempo, sino también por los buenos precios y los lugares menos masificados.

Viajar en primavera permite no estar inundado de turistas, evitar atascos en los medios de transporte, encontrar espacio y precios reducidos en los hoteles. Las colas en museos o en otros tipos de atracciones serán sin duda muy cortas.

Para los amantes del senderismo, irse de vacaciones en primavera también es una gran idea. Muchas personas eligen los meses primaverales para dar largos y agradables paseos en contacto con la naturaleza, disfrutando de la tranquilidad de los senderos más sugestivos.

Algunos ejemplos de dónde viajar en primavera por Europa

  • Madrid, España

La capital española es una ciudad que ofrece de todo: visitas culturales, eventos, vida nocturna y diversión. Una estación templada como la primavera es perfecta para quienes gustan de recorrer la ciudad a pie, disfrutar de muchas horas de luz y de eventos al aire libre. Viajar a Madrid significa sumergirse en una ciudad cosmopolita, viva y atractiva. Goza de un destacado patrimonio cultural, patrimonio del arte, gracias a sus museos de fama mundial: el Museo del Prado y el Reina Sofía. La ciudad también está llena de verde, gracias a los grandes parques de los que disfruta, entre los que destacan el Parque del Retiro y los Jardines del Real.

  • Creta, Grecia

Aquí encontrará otra playa de primera categoría y un clima suave durante todo el año, especialmente a partir de marzo, con días cada vez más largos iluminados por un sol siempre cálido. Creta es la mayor de las islas griegas y la más famosa de la mitología. Pues acérquese al hogar del rey más famoso de la civilización minoica con una excursión al majestuoso Palacio de Cnosos, en cuyas salas se entrelazan la historia y el mito, entre maravillosos frescos y vistas intemporales. Pero la «reina» es Elafonissi, la playa más hermosa de Creta, con su arena rosada y su mar cristalino habitado por focas y tortugas.

  • Roma, Italia

En abril, la Ciudad Eterna brilla como un diamante. La luz primaveral la hace aún más mágica, casi surrealista, con cielos despejados y un calor precoz, parterres en flor y turistas de todo el mundo. Roma disfruta de la gran belleza del Imperio Romano, ofreciendo vistas incomparables a cada paso, y la mejor comida de la vida. Las escapadas gastronómicas son necesarias para recargar las pilas y seguir explorando una capital repleta de atractivos. Es mejor dormir en el centro, su estratégica ubicación facilitará la exploración de este museo al aire libre.

  • Marsella, Francia

¿Dónde ir mejor en primavera que al Sur de Francia? Sí, porque la influencia del Mediterráneo aporta el primer calor y una atmósfera de ensueño a ciudades poéticas como Marsella, la encantadora capital de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, una ciudad de mil almas e infinitos recursos. Este «puerto de mar» en el sentido más estricto de la palabra, espera todos con calles pequeñas y llenas de flores del barrio del Panier, la asombrosa basílica de Notre Dame de la Garde y el Vieux Port, donde las historias de la gente se entrecruzan y los barcos de pesca matutinos son la verdadera atracción.

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